En las últimas semanas hemos asistido a un intenso debate en distintos medios de comunicación de Cantabria sobre el destino de la sede del Banco de España en Santander, cuyo primer fin era albergar el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), tal y como anunció en junio de 2013 el Presidente de Cantabria, D. Ignacio Diego.
El Gobierno de Cantabria llegó a un acuerdo con el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para llevar a cabo una permuta entre la propiedad de dos edificios: la de la antigua sede del Archivo Histórico, ubicada en la calle Gravina de Santander, y la del edificio del Banco de España, ubicado en la calle Alfonso XIII.
Se trataba de una magnífica noticia, por fin el MUPAC iba a cambiar su suerte y conseguir una sede definitiva, y además en un edificio digno, singular, y con la mejor ubicación posible. Ciudadanos, prehistoriadores y arqueólogos celebraron esta decisión. Desde su inauguración en 1926 por el padre Carballo, estaba esperando una sede digna de la calidad de sus colecciones.
Cantabria es uno de los mayores exponentes de arte paleolítico del mundo, y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. ¿No sería razonable dotar a esta comunidad de un centro de investigación que pueda convertirse en referente internacional ? Un centro que permita exponer unas piezas arqueológicas únicas, y cuente con los medios necesarios para su análisis y estudio científico.
Sin embargo, apenas dos años después, el Archivo Lafuente, colección privada compuesta por diversas colecciones y piezas documentales sobre arte contemporáneo, propiedad del coleccionista y empresario José María Lafuente, firma un acuerdo con el Museo Nacional Reina Sofía para exponer sus fondos por un periodo de diez años. Y, que mala fortuna!, elige como sede el edificio del Banco de España.
En este actual debate sobre el destino de dicho edificio, la U.T. ANABAD Cantabria quiere exponer su postura en defensa de la promoción del Patrimonio Cultural de Cantabria y de sus Instituciones: No creemos que ambos proyectos sean incompatibles, puesto que cada uno de ellos es relevante para dotar de un futuro progreso cultural a Cantabria, y a su capital, Santander.
No obstante, la inversión económica que debe afrontar nuestra comunidad para llevar adelante este proyecto, debe destinarse a un museo público, y al desarrollo del Patrimonio Cultural de Cantabria. Sin olvidarnos, por supuesto, del atractivo cultural que esto conlleva. Tenemos un patrimonio arqueológico único en el mundo, y no aprovechamos esta singularidad.
El archivo Lafuente puede ubicarse en otro sitio. Hay otros edificios que pueden albergar sus fondos: Museo de Bellas Artes de Santander, antiguo edificio del Archivo Histórico Provincial, antes mencionado, Archivo o Biblioteca Central de Cantabria, edificio de la Tabacalera en la calle Alta, etc, etc…. Es necesario recordar que se trata de una colección privada, con un contrato de cesión, que ni siquiera es titularidad de los cántabros. ¿Debemos afrontar su custodia, conservación y gastos de personal mientras nuestros museos, bibliotecas, y archivos siguen sufriendo recortes y falta de inversiones ?
En esta búsqueda de un modelo cultural para Cantabria se está olvidando el bien común, o más bien, el sentido común: las inversiones de dinero público deben destinarse a bienes públicos ….. Y que más público que algo que pertenece a toda la Humanidad!!
U.T. ANABAD Cantabria